Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Cada gesto suyo era pura maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas https://robertrwsn844350.blogmazing.com/37430757/el-cabezazo-que-puso-fin-a-la-carrera-de-zidane